Visual Phonic crea una plataforma de reestreno.

Se inicia el reclamo a aquellas producciones independientes en el género del cortometraje que han concluido el plazo de estreno, a las que han finalizado los plazos en el circuito de participación a los festivales, aquellas que están fuera de concurso o bien han optado por no participar, también a las producciones que están pendientes de festivales en los que no se les exija primicia.

Visual Phonic no es un festival de cortometrajes. Con pretensiones de producir un reflejo en la escena social de las filmografías independientes que se realizan y que, una vez finalizados los eventos especializados, quedan obsoletas, se ofrece un  espacio de fusión entre los productores, directores, actores, un público amante de las artes gráficas, visuales y musicales para deleitarse con la exposición de storyboards,  la proyección de cortometrajes y  el acompañamiento musical.